La comida como identidad y la identidad como una construcción dinámica
“La creencia entre los uruguayos de que no disponen de una cocina propia quizás encuentre su mejor explicación en la exitosa incorporación a la conciencia pública del paradigma de identidad nacional que propone a Uruguay como una sociedad igualitaria y homogénea, de origen y hábitos europeos (Islas y Frega, 2008). Desde las primeras décadas del siglo XX se construyó una autoimagen de la nación como un ‘crisol de razas’ europeas y por ello ‘un país de excepción’ en el contexto americano. Se repite que al igual que sus habitantes, la cocina uruguaya descendió de los barcos (…) Parece que la misma producción simbólica elaborada para asignarle a los uruguayos una identidad de ‘excepción’ ha sido la que oblitera la posibilidad de concebir una cocina propia y nacional” (Laborde, 2022, p.104-107)